Los alimentos son nuestros aliados vitales; su valor excede lo que encontramos en el plato.Mientras una cantidad importante de personas y empresas tiran alimentos que aún pueden consumirse otras personas y comunidades pasando hambre, y no satisfacen sus necesidades energéticas y nutricionales mínimas, lo cual representa una gran inequidad social.
Todos los alimentos tienen valor, y han tomado muchos recursos para llegar hasta su plato.
Prevenir o reducir la cantidad de alimentos que, por diversas causas, se desechan día a día, es una responsabilidad ciudadana. Por ello, como WFES te queremos recordar algunas recomendaciones que te ayudarán a mejorar tus hábitos de manejo y consumo alimentario, mientras haces tu parte en esta lucha:
- Planificar la compra
Lo mejor es pensar previamente en el menú de comidas para el lapso acostumbrado o prudencial, de tal manera que al adquirir los alimentos para su preparación, se haga con lista en mano, acorde a lo que hemos planeado consumir. De esta manera, también ahorraremos tiempo y dinero.
- Evitar comprar hambriento
Debemos procurar hacer la compra de alimentos sin hambre o apetito, debido a que nos encontraremos más propicios a escoger alimentos que realmente no necesitamos, en mayor cantidad y probablemente poco sanos.
- Elija a los “feos”
Existen estándares cosméticos que arbitrariamente discriminan a los alimentos, como frutas y verduras, según su apariencia o estética, independientemente de su sabor y contenido nutricional. Así miles de frutas y verduras son desechadas únicamente por ser “feas”. La mayoría de alimentos deformes o con alguna magulladura, se encuentran aptos para el consumo humano.
- Procesamiento casero
Es muy común que cierta cantidad de frutas y verduras, durante su almacenamiento, maduren más de lo deseado. En dicho caso, vale emplear nuestra creatividad culinaria para seguir aprovechando los alimentos. Algunos ejemplos de estas técnicas de procesamiento, son:
- Congelamiento
- Elaboración de salsas
- Elaboración de mermeladas
- Elaboración de encurtidos
- Elaboración de jugos (sin azúcares añadidos)
- Elaboración de helados (sorbetes, nieves, charamuscas, etc)
- No menosprecie las sobras
Cuando coma en restaurantes o comedores fuera de casa y no logra consumir toda la porción de comida, no le agrada algún alimento, u otro motivo similar, que su siguiente acción no sea tirar o dejar esa comida. Opte por regalarla, llevarla a su casa o incluso, convertirla en abono. No importa que usted no haya gastado dinero en dicha comida. La próxima vez, puede pedir que le sirvan menos comida, elija platillos con porciones adecuadas a usted, o podría compartir con otro comensal de su misma mesa. Ésta recomendación es también aplicable cuando comemos en nuestro propio hogar.
Si desea conocer más formas sencillas para reducir el desperdicio de alimentos, puede leer estos 15 consejos breves.